viernes, 20 de mayo de 2016

Estela



Fue ayer cuando la vi, mi primer instinto fue detenerle.
Quedé paralizado un momento. ¡Dudé!
Mis sentidos me engañaban. ¡Quizá!


Tube que acariciar sus manos
Tuve que apretar la geometría perfecta de su cintura
Pero fue cuando nade en su sonrisa que caí por tierra
¡Era ella!


Sus ojos eran los mismos
Y me miraron como aquella noche de primavera
Era su voz la que brotaba de aquellos labios aun los mismos
Que acallaron de inmediato las fieras en mis abismos.


Pasó como un cometa de órbita incierta
Quise atraparla iluso pero era yo el prisionero
En mis manos tuve su rostro y se desvaneció entre mis dedos.


Apresure a besarla antes que desapareciera
Pero se había perdido en sombría noche sin esperanza ni estrellas
Solo quedo en mi el beato aroma que dejó su estela
Y mientras en la noche se iba perdiendo
Asi mismo iba yo muriendo.