Un beso enchumbado de lágrimas;
unos labios salados sobre blancos dientes
debajo de unos pensamientos nacarados.
En un abrazo susurrarte cuanto te odio,
de rodillas implorar a tus pies que no se marchen,
rogar a tus muslos que me aprisionen.
Niegan tus ojos
lo que asevera tu boca.
Tu desnudez miente,
tu sudor me consiente
y bordas en gemidos
conjuros de muerte.
Tus caricias matemáticas
va desnudando mis pensamientos,
coagulando mi espíritu.
Tocas mis ojos y solo veo
lo que quieres que vea
tocas mi boca y te beso
aunque besarte no quiero.
Cuando juntas tus labios a los mios
me invaden náuseas,
me hiere tu lengua de vidrio.
Pero no pares que sin tus besos me asfixio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario