viernes, 27 de febrero de 2015

Odio3

Odio3
Salí del metro sin saber que había muerto, me lo dijeron al salir, cuando reaccione y mire al rededor ya todo era insípido.

Te llame pensando que aun no había muerto pero en mi pecho ya comenzaba a sentirse el frío. Cerré los ojos y los abrí, mas no note diferencia alguna. Wow mis primeros cinco minutos de muerto fueron los mas difíciles de mi..... muerte.

Te escribí porque a los seis minutos aun hay esperanza pero el teléfono sordo solo mostró su gran reloj como ansioso de decir “Hora del deceso 1633 horas.
Camine como si aun estuviese vivo por las calles que una vez estuvieron vivas y ahora van adquiriendo ese tono grisáceo, de granito y de mausoleo propio de las necrópolis y ese olor fétido propio de todo lo expirado.

Te odio, te odio, te odio Decía el acta de defunción. Y no había otra forma de leerla mas que pausada y solemnemente, como quien lanza una maldición.
Tres 'te odio' que me abrieron tres boquetes en el pecho. Ninguno sangro, todos estaban fríos y ni idea de donde se alojaron los proyectiles probablemente en el alma pero ya que caso tiene.

Cuando exhale el ultimo suspiro no sabia que mis pulmones no volverían a conocer el aire, cuando dije te quiero no sabia que era el ultimo, cuando sonreí risueño con el corazón prendido en esperanzas sentado en el ultimo vagón no sabia que la muerte se había sentado a mi lado y correspondido mi sonrisa.

No se cuando empecé a morir realmente, solo se que cuando la escalera eléctrica me vomito ya el sol no brillaba, solo tenia la voz de la contestadora como garantía de tu desprecio y esos 'te odio, te odio, te odio' que me habían abierto tres malditos boquetes en el pecho.

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